sé lo asesina que puede ser la espera, por qué, sé por qué, espero porque amo, es así de simple, espero porque amo y espero ser amada a cambio aun cuando nada aparezca en el horizonte de la gran espera, línea vacía que dejaré de observar un día para entregarme por fin, y ese día entraré en el cementerio y ocuparé mi sitio y nadie más me hará sufrir, y nadie más podrá decir que no he esperado, habré ido hasta el mismísimo fondo de la espera, al fondo de la sed que toda el agua de la tierra no habría sabido contener y que solo habría sabido calmar la gota del regreso, pero tengo claro que entre esa gota y yo se extiende un desierto inmenso, pero esta noche es una noche de paz, no quiero pensar en todo eso, la tierra se mueve y veo claro, me encuentro bien, me encuentro mejor