Memorias de un teólogo de la liberación ofrece al lector la extensa entrevista-conversación mantenida entre Christian Dutilleux, autor de la obra, y Leonardo Boff, uno de los principales exponentes de la Teología de la Liberación. «¡Cállese hasta nueva orden!», esa fue, en esencia, la orden terminante que el Vaticano dirigió a Leonardo Boff en mayo de 1985. Semejante condena al silencio es muy rara en la Iglesia. Roma esperaba con ella amordazar a un rebelde y debilitar la teología de la liberación elaborada por un puñado de teólogos y practicada por millones de cristianos de América Latina. Fray Leonardo se calló. Pero su silencio provocó una enorme agitación entre las filas de la Iglesia. «Recibía a diario más de cien cartas de apoyo»!», me cuenta ahora. De este modo, contra su voluntad, la represión vaticana dio una enorme publicidad a las tesis del brasileño. En vísperas de la Pascua de 1986, el Papa le devolvió el derecho a la palabra. Separado progresivamente de todos los puestos de responsabilidad que ocupaba en la Iglesia y con sus escritos sometidos a una censura cada vez más rígida, en junio de 1992, después de treinta y cinco años, Leonardo Boff decide dejar la orden franciscana y el ministerio de la Iglesia.