Este relato sobrevuela la realidad y nos hace volver a creer de todo corazón que sí hay almas elegidas y que existen los mundos desconocidos, paralelos: es mágico a la manera romántica, decimonónica, inglesa. La prosa de Ana García Bergua es llana y seductora: su imaginación para lo prodigioso nunca deja de ser, al mismo tiempo, totalmente terrenal. Esta hermosa novela, además, está llena de miradas sutiles e inteligentes sobre la vida cotidiana y familiar, la infancia y la adolescencia.