Las bases ideológicas del N.O.M. son muy sencillas y se encuentran resumidas a la perfección en las palabras del primer ministro británico Benjamin Disraeli1: «El mundo está gobernado por personas muy diferentes de las que se imaginan aquellos que no se mueven entre bastidores». Es necesario tener en cuenta, a modo de pequeño matiz, que el político no acuñó este aforismo en uno de sus discursos oficiales, sino que se trata de una cita extraída de su novela Coningsby (1844). Es decir, de una obra de ficción. A los entusiastas del pensamiento conspiranoico esto no parece importarles demasiado y, a día de hoy, siguen considerando a Disraeli como argumento de autoridad a la hora de hablar de un posible gobierno dentro del gobierno, o una élite global y secreta destinada a minar la credibilidad del poder desde las propias instituciones para, con el tiempo, precipitar su caída e imponer su propio sistema autoritario a escala internacional.
El principio del Nuevo Orden Mundial está tomado de una novela de ficción