Que era encantadora y valiente y mejor que cualquier cosa que se mereciera. Que él era retorcido, deshonesto, malo, pero no tan destrozado como para no poder recomponerse en algo parecido a un hombre para ella. Que sin quererlo, había empezado a apoyarse en ella, a cuidarla, a necesitarla cerca. Tenía que agradecerle por su sombrero nuevo.