La abadesa de Crewe ocurre como un cuento de hadas exasperado, rica en circunstancias y detalles que gravitan en el lugar en que el título nos sitúa, entre religiosas que desplazan casi involuntariamente el conflicto y lo conducen, con cierta parsimonia dolorosa, de la pleitesía al agravio. Con una virtuosa precognición, la autora coloca en la novela un sistema de mensajes interno que socava rápidamente la información, la magnetiza con un método que tiene al mismo tiempo algo de político y algo de maléfico. El conflicto mismo no tarda en encontrar una importancia capital, pero es el tratamiento de los matices y los escrúpulos lo que asienta la reputación de Muriel Spark, una de las más geniales escritoras del siglo xx.
En Crewe, entre dos personalidades diferentes que desequilibran cualquier liviandad de la trama, los estamentos garantizan el conocimiento, y hasta la erudición, con patrones y condiciones cambiantes. Dos autoridades se enfrentan y tratan de llegar a la conquista: el título de abadesa de Crewe, el que asegura el dominio —parcial, pero inobjetable— dentro del esquema de poder que la novela instala.
En 2018 se cumplieron 100 años del nacimiento de Muriel Spark. La Bestia Equilátera celebra el aniversario con la publicación de una de sus novelas más emblemáticas, a la que seguirá Curriculum vitae, su autobiografía, un documento bibliográfico que esclarece muchas de las circunstancias de su apasionante vida.