… Y Abraham se despertó en mitad de la noche y dijo a su único hijo Isaac:
—He tenido un sueño en el que la voz del Señor me ha ordenado que sacrifique a mi único hijo, así que ponte los pantalones.
E Isaac tembló y repuso:
—¿Y qué has dicho tú? Me refiero después de que Él te presentase la papeleta.