Nada hace pensar que el inspector de policía Ricardo Alborch albergue otro tipo de vida que la puramente vegetal, prestada por un aparato médico al que su madre se obceca en que le mantengan conectado. Nadie es capaz de convencerla de la verdad: la bala ha destrozado buena parte del cerebro, es improbable cualquier tipo de recuperación.
Sin embargo, allá en el fondo de la cabeza de Ricardo, recogido en una falsa tranquilidad, el intelecto, en un vano intento por evitar el destino final, revive la investigación que le llevó hasta aquel sótano en el barrio de La Fuente del Berro cargado de horror y muerte, y también las experiencias con las mujeres que pasaron por su vida y en especial su última relación en torno a Danièle, una escritora suiza.
La última novela de Francisco Martín va más allá del género negro. Un relato inmenso, enriquecido con infinidad de matices y escenarios.