La planificación consistiría en la “lotificación”, es decir, en la distribución de los solares para generar los espacios donde serían construidos los edificios públicos y unidades habitacionales. Conforme los basamentos piramidales crecieron, los espacios abiertos (plazas) disminuyeron proporcionalmente, además de realizarse una superposición de construcciones que permite, en muchos de los casos, entender el desarrollo urbano y conocer los cambios ideológicos de la sociedad.