Hombre pobre todo es trazas pertenece al subgénero de las comedias de capa y espada y es, sin duda, una de las más divertidas y de más complicada trama. Fue escrita entre 1626 y 1627 y ya representada en varias ocasiones en 1628. Publicada en la Segunda parte de comedias de Calderón en 1637, junto con obras tan importantes como El médico de su honra, Judas Macabeo o El astrólogo fingido, forma parte de una trilogía fundamental del subgénero con esta última y con La dama duende, considerada esta una obra maestra. La comedia gira en torno a las trazas inventadas por don Diego Osorio, pobre caballero granadino, en la corte madrileña para conseguir los favores de la rica doña Clara y la bella, pero pobre, doña Beatriz. Ambas damas abandonan a sus respectivos galanes, don Félix y Leonelo, para sucumbir al cortejo y a los engaños de don Diego. El ingenio del “hombre pobre”, ayudado por su criado Rodrigo y su amigo don Juan, le permite salir airoso de las sospechas de Beatriz y de los dos galanes. Al final de la comedia, se descubren las mentiras de don Diego y este queda solo y pobre.