Un cuento de fuego

–Incluso aunque no lo logre, quizás inspire a la persona que pueda hacerlo –

–¿Y qué se llevó? –preguntó.

–El Salón de los Sueños

–El Rey Consorte, ¡lo sé! ¿No es fabuloso? Pobre Barrie, es una bola de nervios desde que se enteró. De hecho, la coronación de Penny será esta tarde.

–. ¿Recuerdas a tu prima Penny Encantador?

encontró al deshonrado Emperador de los Justos enfadado en el suelo.

–Lo llamamos el virus del odio

–Yo controlo el fuego ahora –le recordó–. Puedo protegerte.

. Me comuniqué con la Muerte y le hice una oferta. Lo convencí de que, siempre y cuando la Reina de las Nieves permaneciera congelada en el hielo, ella y yo también seríamos Inmortales. La idea de tener a más de una Inmortal en el mundo no le agradó mucho y aceptó perdonarte a ti la vida a cambio de la nuestra

comenzó a flotar por el aire. Sus ojos empezaron a brillar, una corona dorada apareció flotando sobre su cabeza como el halo de un ángel, acompañada por una larga capa de fuego que colgaba sobre su espalda como las alas de un fénix.

l hada ya tenía sus propios planes; y sabía que lo lograría mucho antes con la ayuda de sus antiguas aprendices.

La mente de Amarello estaba formulando docenas de preguntas, pero sabía que solo tenía tiempo para hacerle una sola antes de que el demonio desapareciera.

–¿Cómo la detengo? –le preguntó.