mitad, separada en dos bloques sombríos de sueño. ¿Dónde estaba? Entre las dos mitades, viéndolas –la mitad que ya había dormido y la mitad que le faltaba dormir–, aislada en la falta de tiempo y la falta de espacio, en una grieta vacía. Ese intervalo sería descontado de los años de vida.
Cerca del corazón salvaje