Ada está en peligro. Tras el ataque de Anscar, no le queda más remedio que abandonar su vida en Venon, a sus padres, el instituto y, lo peor de todo, a Jonás. Después de que este descubriera los sentimientos que la unen a Feyrian, su mayor enemigo, ni siquiera han podido despedirse.
Puesta a salvo en la isla, hogar de los Infinitos, sin posibilidad de salir si quiere conservar la vida, Ada se sentirá más prisionera que protegida. No todo es paz y sosiego en el paraíso. Los vestigios de la especie ancestral aún se preservan intactos en aquella porción de tierra virgen. Los secretos infinitos, ocultos a los humanos durante milenios, comenzarán a ser revelados.
Con la guerra entre la Hueste y los Infinitos en su punto más álgido, Ada apenas podrá disfrutar de la compañía de Feyrian, ausente por las batallas. Un amor entre especies, fraguado en la refriega. El encierro los encaminará paso a paso hacia aquello que más desea Ada y más teme Feyrian, un inmortal incapaz de amar. ¿Seguirá negando el Infinito los instintos que por primera vez siente bullir en su interior? ¿Permitirá que Ada, una humana de tan solo dieciocho años, desestabilice la realidad que ha construido tras milenios de existencia?
Entretanto, el enemigo acecha al otro lado del océano. Recluida en la isla, la sombra de la amenaza y la traición irá cerniéndose sobre Ada, sin que llegue a advertirlo. ¿Podrá huir de una guerra que no ceja de hostigarla?