–No se preocupe, señor Joachim. Es tenaz como un gato, aunque a veces se comporte como la princesa del guisante. Espero que tenga mucha suerte en América. Pero volverá, ¿verdad?
Pude asegurárselo con la mejor conciencia. Sin embargo, el que por amor a Hella hubiera renunciado al fútbol fue algo que le oculté a esa alma fiel de Fryda.