La profunda desigualdad que impera en el mundo imposibilita que la mayoría de las personas adquieran los artículos que el mercado global ofrece; la respuesta a este problema no es la contracción del consumo, sino la proliferación de un comercio informal con sus propias reglas, rutas comerciales, centros manufactureros y puestos comerciales; y su propia dinámica: mercancías nuevas a bajo costo, sin cuestionar su procedencia o su precio. Esta faceta menos estudiada del comercio internacional es lo que los autores de esta obra definen como «globalización desde abajo», la forma en que la mayoría de la población mundial experimenta esta nueva era del mercado globalizado.