De acuerdo con Maffía, ser feminista implica la aceptación de tres principios: un principio descriptivo, es decir, que nos habla de lo que pasa; un principio prescriptivo, es decir, que valora aquello que pasa y dice que debería suceder otra cosa distinta, y un principio práctico, es decir, de compromiso en la acción (“Contra las dicotomías…”).