—Así que no estoy tratando con ningún asesino en serie —concluyó siguiendo el juego que habían iniciado minutos antes. Aquello robó una pequeña risa al hombre desconocido.
—No; con un detective, más bien —respondió sin imaginarse siquiera que le había revelado esa información a la ladrona más buscada de todos los tiempos—. Vincent Russell, un placer.