Una casa es la construcción arquitectónica más común. Los historiadores comentan que los humanos pasaron de ser nómadas a sedentarios cuando descubrieron que podían establecerse en lugares para producir sus propios alimentos a través de la agricultura y el ganado, y justo en ese momento comienzan las primeras casas.
La casa es el elemento físico mientras que el hogar es el simbolismo emocional que se le da a esa construcción.
Se dice que las paredes oyen, pero son mudas testigas de lo que ocurre en su interior.
Una casa puede significar tanto protección como confinamiento. Hace muy pocos años la pandemia nos hizo refugiarnos y esa dualidad estuvo muy activa.
Una casa abandonada puede ser un sitio demasiado lúgubre, nos remonta a aquellas clásicas historias de terror y a las leyendas urbanas, pero una casa bien iluminada y habitada también puede ser escenario de crímenes. La mayor parte de las violaciones y de los feminicidios ocurren dentro de la casa propia.
En Restauración de Ave Barrera, el escenario principal adquiere vida propia, la casa se vuelve un protagonista más. Una novela que narra un crimen, desde la primer página nos muestra a una mujer observando su propio cadáver.
La novela entrelaza dos historias paralelas, una en el presente y otra en el pasado. Min, una joven arquitecta con aspiraciones que sostiene una relación complicada con Zuri, quien le pide que le acompañe a una casa abandonada para restaurarla. Eligio, el tío abuelo de Zuri, un fotógrafo que estuvo casado con Gertrudis. La casa que fue habitada por el matrimonio entre Gertrudis y Eligio encierra muchos secretos.
La Restauración de la casa se convierte a su vez en una alegoría de la restauración de ambas mujeres violentadas.
Me quedo con muchas ganas de seguir leyendo a la autora, reviso que otros títulos tiene y me doy cuenta que es una literaria muy claustrofóbica, otros títulos son puertas demasiado pequeñas y la más reciente notas desde el interior de una ballena.
Es una novela que demanda mucho del lector, alterna diferentes voces, aun siendo capitulos muy pequeños a veces es necesario releerlos, algunos elementos sueltos cobran más sentido después y eso magnífica la obra que ya es interesante por los temas que toca. Algunos capítulos van muy cargados de descripciones del lugar lo cual ayuda bastante a ambientar la historia, otros más cargados en la descripción de los pensamientos, las reminiscencias y las emociones, y los enfocados a las acciones, formando así un rompecabezas muy completo.
Y aunque mencioné la casona como uno de los elementos esenciales, no es el único escenario, la historia se desplaza por otros lugares, y una de las referencias que más me gustó fue lo relacionado a la colonia Mixcoac, que incluye el Instituto Mora, el parque hundido y el café village, lugares que no perdí la oportunidad de conocer y recorrí con mucho interés.