He vuelto a pesar de saber la tortura por la que tendría que pasar, porque no puedo alejarme de ti. Incluso cuando no estás, estás en todas partes. En mi cabeza, en mis pulmones, en mi alma, joder. Y estoy intentando con todas mis fuerzas no perder la cordura ahora mismo, cariño, porque lo único que quiero es cortarle la cabeza a ese cabrón y servirla en una bandeja por haberse atrevido a tocarte.