De vez en cuando había períodos en los que ella cambiaba la frecuencia de la relación. Él solo podía describirlo así: una transformación repentina, como si alguien hubiese presionado con el codo, por accidente, el botón de la radio y el jazz se detuviera en plena melodía. Se volvía fría o triste, a veces se enfadaba, y cualquier intento de hablar sobre ello era en vano.