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- Olrik

  • Michelle Villarroelцитирует5 месяцев назад
    Podrías pasarme la sal, por favor? ¿Bianca? Despierta y pásame la sal, por favor.
    —Está bien, cálmate, aquí tienes. —Tomé el salero de la mesa y lo apoyé con fuerza frente a Miriam.
    —¿Qué te preocupa? —preguntó sorprendida.
    —Nada. Lo lamento. No quería decirlo de ese modo. Me perdí en mis pensamientos por un momento —dije, tratando de suavizar las cosas.

    En realidad, había escuchado cuando me pidió la sal unas cuantas veces, y en todos los sentidos, fui yo quien transgredió las reglas no escritas de la
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