Fiordo Editorial

Con la mano quemada, escribo sobre la naturaleza del fuego.

Ay, si no fuera por el doctor Johnson…

Con la mano quemada, escribo sobre la naturaleza del fuego

Siempre lo pasa contando puntos robados a una eternidad que por algún motivo considera enemiga.

Sabemos igualmente que el mal que aventa los amores no es un mal que ronde desde afuera: anida dentro de uno.

Así, como siempre, llegamos a la conclusión de que ni el rezo, ni la vigilancia, ni el temor impiden crecer a ese mal si tiene que crecer.

Lo que se hace con hechicería solo se puede deshacer con hechicería

Hay dos cosas que una mujer tiene que hacer sola: ocuparse de sus propias creencias y de su propia muerte.

En tantos años de vida, una aprende una o siete cosas

—A las tres mujeres las ejecutaron juntas, todas sobre una sola plataforma. De esa manera, al pueblo le sale más barato. Pero no contratan a un matarife cualquiera: le pagan a un verdugo de verdad.