Un factor eficaz de interferencia en las relaciones consiste en dar al otro dos posibilidades de elección y, tan pronto como se ha decidido por una, culparle de no haber escogido la otra. En la ciencia de la comunicación, este mecanismo se conoce como «ilusión de las alternativas» y su esquema fundamental es simple: si hace A, debería haber hecho B, y si hace B, debería haber hecho A. Un ejemplo muy claro se encuentra en los consejos ya citados de Dan Greenburg a las madres judías ([5] cf. también la nota de la p. 20):
«Regale a su hijo dos camisas de deporte. Cuando por primera vez se ponga una, mírele con tristeza y dígale: ¿No te gusta la otra?».