«Los millennials accedieron al mercado laboral durante la peor recesión desde la Gran Depresión —escribía—. Cargados de deudas, incapaces de acumular riqueza y atrapados en trabajos sin futuro y con bajas prestaciones, nunca han obtenido la seguridad económica de la que disfrutaron sus padres, sus abuelos o incluso sus hermanos mayores».