"El jurado del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2014, integrado por Javier Acosta, Jorge Humberto Chávez y José Luis Rivas, por unanimidad, decidió entregar el premio al trabajo titulado Me llamo Hokusai, firmado bajo el pseudónimo Ro, por ser una obra sólidamente estructurada en su conjunto, que ostenta un alto dominio de la expresión literaria tanto en la prosa poética como en el verso, así como una notable experimentación formal."
Quizás, advertir que hay que tomar este libro con un enfoque un poco menos pragmático y más ecléctico, la poesía está llena de lectores que se encumbran a sí mismos como expertos curadores, pero me parece, les falta mucha sensibilidad, a este libro, le sobra; no intenta poetizar la vida ni la obra del pintor japones (Hokusai). No sabía nada del pintor (ni de las pinturas que aquí se mencionan: La gran ola de Kanagawa; El monte Fuji rojo; El sueño de la esposa del pescador & El fantasma de Kohada Koheiji), afortunadamente, conocí su trabajo a través de Peña, quien me lo obsequio mezclado con las clases de natación de un niño, el cáncer de pulmón de un fumador, una vacacionista en Vallarta y el fantasma de un familiar.
Si algo me regaló este libro fue perspectiva, la poesía me encanta, pero no conocía esta estructura, a veces prosa, a veces lírica, a veces ensayista, a veces cronista; pero siempre lejos, muy lejos de la provocación a las posibles interpretaciones, no permite que lo deformes, solo que lo disfrutes, su estructura poética es el soporte medular por el que desgrana su gran capacidad, el ritmo con la palabra, la palabra a tiempo, acelera, para, mezcla y suelta con azar y conocimiento su prosa, única, variable y concisa ¡Que belleza de libro!
Christian Peña ha ganado el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2013, por Veladora ; el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2012, por El amor loco & the advertising; el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2011, por Heracles, 12 trabajos; el Premio Nacional Clemencia Isaura 2011, por Libro de pesadillas; el Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2009, por Janto; el Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2009, por El síndrome de Tourette, y el Premio Nacional de Poetas Jóvenes Jaime Reyes 2008, por De todos lados las voces.