Christian Jonathan Peña Rosales

  • Sam Solisцитирует5 месяцев назад
    llamo como me puso mi padre. Me da miedo el mar. Me estremece la falta de rubor en el rostro de los ahogados. Me enamoran las palabras de mi padre; me falta su disciplina. Me aterran las majestuosas olas de Kanagawa, rozando el cielo con la cresta de su canto. Me reconozco a través de mis miedos. Me gusta que existan cosas azules y bellas. Me llamo como pudo haberse llamado Hokusai o eso imagino. Quizás me llamo Hokusai.
    No sé nadar, pero conozco la muerte.
  • Sam Solisцитирует5 месяцев назад
    llamo como me puso mi padre. Me da miedo el mar. Me estremece la falta de rubor en el rostro de los ahogados. Me enamoran las palabras de mi padre; me falta su disciplina. Me aterran las majestuosas olas de Kanagawa, rozando el cielo con la cresta de su canto. Me reconozco a través de mis miedos. Me gusta que existan cosas azules y bellas. Me llamo como pudo haberse llamado Hokusai o eso imagino. Quizás me llamo Hokusai.
    No sé nadar, pero conozco la muerte.
  • Sam Solisцитирует5 месяцев назад
    llamo como me puso mi padre. Me da miedo el mar. Me estremece la falta de rubor en el rostro de los ahogados. Me enamoran las palabras de mi padre; me falta su disciplina. Me aterran las majestuosas olas de Kanagawa, rozando el cielo con la cresta de su canto. Me reconozco a través de mis miedos. Me gusta que existan cosas azules y bellas. Me llamo como pudo haberse llamado Hokusai o eso imagino. Quizás me llamo Hokusai.
    No sé nadar, pero conozco la muerte.
  • Sam Solisцитирует5 месяцев назад
    Me llamo como me puso mi padre. Me da miedo el mar. Me estremece la falta de rubor en el rostro de los ahogados. Me enamoran las palabras de mi padre; me falta su disciplina. Me aterran las majestuosas olas de Kanagawa, rozando el cielo con la cresta de su canto. Me reconozco a través de mis miedos. Me gusta que existan cosas azules y bellas. Me llamo como pudo haberse llamado Hokusai o eso imagino. Quizás me llamo Hokusai.
    No sé nadar, pero conozco la muerte
  • Sam Solisцитирует5 месяцев назад
    Me llamo como me puso mi padre. Me da miedo el mar. Me estremece la falta de rubor en el rostro de los ahogados. Me enamoran las palabras de mi padre; me falta su disciplina. Me aterran las majestuosas olas de Kanagawa, rozando el cielo con la cresta de su canto. Me reconozco a través de mis miedos. Me gusta que existan cosas azules y bellas. Me llamo como pudo haberse llamado Hokusai o eso imagino. Quizás me llamo Hokusai.
    No sé nadar, pero conozco la muerte.
  • Emanuel Bravo Gutiérrezцитирует2 года назад
    He aquí la lección de esta clase: todo muerto precisa de tiempo y disciplina para serlo.
  • Emanuel Bravo Gutiérrezцитирует2 года назад
    Aunque quizás todo comenzó con una erupción: un crustáceo que construyó su casa dentro de mí, un crustáceo que un buen día decidió instalarse cuerpo adentro y dejarse ir por el mar de la sangre. Un tumor que se alimenta de sanguaza; cáncer a secas, aunque los médicos insistan en llamarle cordialmente adenocarcinoma.
  • Emanuel Bravo Gutiérrezцитирует2 года назад
    Los locos esperan un día apacible, son tiernos y salvajes, contradicción, choque de mundos; flores carnívoras, ocasos, huérfanos, calor en sombra, interludios; repiten su nombre hasta enloquecer o lo inventan o multiplican por cada episodio de su pasado.
  • Samara Mendozaцитирует2 года назад
    Hay padres como olas que arrasan todo a su paso, padres como catástrofes naturales cuya lección es sobrevivirles.
  • Samara Mendozaцитирует2 года назад
    Mi padre me heredó este color de ojos: azul para mirar el mar de cerca, para no temerle, para sobrevivir.
    Un color que coincida con lo inmenso, que tenga en la mirada la fuerza de una ola. Hay olas que rozan el cielo con su cresta, olas como crestas de gallos que rozan el cielo con su canto. Hay olas que devienen en gritos y arrasan con todo lo que tocan. Hay olas que devienen en muerte.
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