Así pues, el acercamiento a los grandes relatos desde la creatividad solo puede alcanzarse si tengo una necesidad emocional y existencial, si quiero entenderme y entender el mundo. La creatividad surge desde un estado de cierta incomodidad: si creo que todo está bien y no es necesario cambiar nada, no tengo la necesidad de ser creativo. La creatividad no es un adorno, es una herramienta