¿Cómo la iba a asesinar su mismo novio? A la chica más suave del mundo, ¿así con tres balazos en la panza? No se vale, digo, el velorio fue en casa de su familia. La Mariana Montes se veía muy bien en su féretro, la cara muy entera, apenas se le veía un moretón bajo el ojo. La maquillaron mucho, le pintaron los labios de rosa bombón.