nco semanas antes.
Jenny se frotó los ojos antes de levantarse de la ajetreada mesa del Vanguard Club, en Hollywood, con la esperanza de no parecer tan cansada como estaba.
—¿Dónde vas? —le preguntó Rey-T, mientras daba un trago al champagne.
Bobby Preston era el camello más conocido del noroeste de Los Angeles, pero nadie le llamaba nunca por su verdadero nombre, todo el mundo le conocía como Rey-T. La ‘T’ venía de ‘Traficante’ puesto que traficaba con casi todo: drogas, chicas, coches, armas; por un precio adecuado, te agenciaba cualquier cosa que quisieses.