Carlos Pardo

Y ahora dime: qué narcótico es el olvido.

Y ahora dime: cómo se nombra el firmamento.

Y ahora dime: qué significa nuestro cuerpo.

Y ahora dime: si el futuro no es lo que era...

You win some, lose some, all the same to me,

the pleasure is to play, makes no difference what you say,

I don’t share your greed, the only card I need is

the Ace of Spades.

Motörhead

You win some, lose some, all the same to me,

the pleasure is to play, makes no difference what you say,

I don’t share your greed, the only card I need is

the Ace of Spades.

Motörhead

Alguien dice: el mundo será despiadado. El futuro es de las máquinas y aloja un horizonte persistente de desolación. La poesía es una huella antepasada. Eso dice alguien. Pero sabemos que no. El poema es el rastro humano mejor fijado.

Como la savia que gotea en la madera desnuda, así se hace el poema. No el poema que escribo, no el que leo, no el que está por venir de alguien que aún no ha nacido y partirá en dos el idioma, el cielo, las aguas; no ese poema que sombrea en el ojo de oro de los gatos. Ese poema no. Sino este otro, aquel, el poema que es todos los poemas y contiene el tiempo y la luz. Y es los idiomas del mundo. Y cuando alguien lo dice en voz alta las palabras asestan un aletazo imperioso. En la poesía es mejor creer de una manera limpia y atareada. En la poesía que enuncia y alumbra. También en la escritura que nace del temblor al dudar, de la emoción de no saber ya qué.

El futuro es inarticulado y sólo acepta la especulación, jamás se enfrenta a la precisa belleza matemática. El futuro acurrucado al fondo de la ansiedad. El futuro vive de su relación con las expectativas. Al revés que la poesía, que crece en defensa de lo improbable. Del lado de la necesidad

La poesía debe decir las cosas de la calle, las cosas de la tierra, las cosas de las mujeres y de los hombres, lo de ahora, lo de ahora mismo. Lo de siempre aquí. Es la urgencia quieta de la poesía. Su dinamismo. Su condición de baliza. Lucecita de alerta. Conciencia. Insurrección. Compromiso. El compromiso es la única manera de llevar un orden.

FRASE

Cada día o con una

asombrosa periodicidad

digo la misma frase

a solas, la del abandono,

para pulirla

y mejorarla

AMOR

En mis fantasías vivo solo

y he abandonado mi trabajo.

Leo,

escribo poco.

Con qué facilidad entonces eso

de ser honesto

y de decirle a la persona que amas

que tienes otras relaciones

y follas por ahí.

Esa siempre será

la herida irredimible

del amor, haber llegado

tarde a la verdad.

¿Qué temía

perder que no quisiera

perder?

CONSTANCIA

También suelo preguntarme

por la capacidad de amar

cada día durante

cada momento. Si esto

es posible, que no.

O si el amor sucede

en la desposesión de aquello

que te es propio,

la constancia incluida.

O si es amor lo otro,

una conciencia

de límites infranqueables.

O si llega un momento en que de dos

surge otra cosa, viva y diferente,

no necesariamente un hijo sino

algo como un lenguaje.

Qué experiencias nos unen;

o si es tan solo el tiempo

que emborrona

los perfiles.

De ser así es amor dejar que pase.

Pero eso no es amor

a una persona solamente.

Es también la pasión por el pasado.

Y esto lo vuelve poderoso: una quietud

fantasmática, un tiempo de clausura.

¿Cómo puede vivir