Los padres tienen el poder en los aspectos jurídico, económico, físico y psíquico, aunque puedan sentirse impotentes. En las familias escandinavas, el abuso del poder se ejerce sobre todo cuando los padres se sienten impotentes o bien cuando, por diversos motivos, no quieren reconocerse ese poder. En otras culturas, el abuso del poder, por ejemplo bajo forma de violencia física, es considerado un comportamiento virtuoso y el ejercicio directo del poder es visto como el único comportamiento responsable.