También las sociedades humanas tienen sus puntos críticos, a los que llegan cuando el curso de su existencia se ve seriamente perturbado. En el seno de estas socie-dades, se revelan de repente propiedades latentes, ya sean vestigios de un estado antiguo que resurge cuando se lo creía desaparecido, ya sean factores aún vigentes, pero en principio invisibles por estar sepultados en lo más profundo de la estructura social. Es más, muchas veces esas propiedades son las dos cosas a la vez.