Elena Bazán

se trata de aprender a sobrevivir en esta realidad; es buscar otra, construirla en conjunto. Necesitamos crear un mundo en el que quepamos con todas nuestras diferentes formas de ser y estar en él. E

Si nombramos es porque nos importa.

acto de nombrar es advertir un suceso, un objeto, una persona, un momento, una reacción;

Por eso es trascendental nombrar y resignificar con consciencia: cuestionando por qué utilizamos de tal o cual manera las palabras. Lo que quiero decir es que estas tienen poder y hay que ser conscientes de ello.

tan sencillo nombrar, porque en ocasiones requiere de cuestionar(se),

de nombrar se construyó a partir de la visión de un solo mundo, de cuestionamientos y necesidades que yo creía propias, aisladas, de eso que te dices “Solo soy yo, ¿Por qué a mí?, Si no estuviera sola…”, pero que ahora redescubro y entiendo como un léxico poderosamente colectivo.

2022, las mujeres representan 52% de la población en México (66.2 millones) y, al día, 10 mujeres son asesinadas en este país.

Promesas, planes de instituciones o gobiernos y datos pueden sonarnos lejanos, así que acerquémonos a las vivencias diarias de cada una: el regreso a casa; no sentirte cómoda con falda en la escuela y aún así verte forzada a usarla; una entrevista de trabajo con preguntas inadecuadas y sexistas; salir de día, salir de noche; viajar sola; pedirle a tu amiga que te avise cuando llegue a casa y no despegarte del teléfono hasta que te contacta; los mensajes que no llegaron; los agravios que tenemos guardados por vergüenza, rabia o negación; caminar por la calle o cerciorándote constantemente en los reflejos de escaparates de que no te sigan; apretar el paso cuando escuchas que un auto acelera hacia tu dirección; un ataque de pánico en el transporte público; las llaves entre los dedos o el pulgar presto en el botón de pánico; preferir cruzar corriendo una avenida que transitar sola por el puente peatonal…

Nuestras historias son las mismas, con matices extremos en muchos casos, pero las mismas: la agresión, la minimización, la frustración, el coraje, la inseguridad, el acompañamiento, la solidaridad, la luz y la oscuridad. Una y otra y otra vez nos pasan individualmente; al no saber cómo expresar estas vivencias o no poder hacerlo se quedan solo a nivel personal, en el único lugar que encuentran cabida: el cuerpo, la mente, el espíritu

Nuestras historias son las mismas, con matices extremos en muchos casos, pero las mismas: la agresión, la minimización, la frustración, el coraje, la inseguridad, el acompañamiento, la solidaridad, la luz y la oscuridad. Una y otra y otra vez nos pasan individualmente; al no saber cómo expresar estas vivencias o no poder hacerlo se quedan solo a nivel personal, en el único lugar que encuentran cabida: el cuerpo, la mente, el espíritu.