Para que las torres sean quemadas
y los hombres recuerden ese rostro,
muévete lo más suavemente posible, si moverte debes
en este solitario lugar.
Ella piensa, en parte mujer, tres partes niña,
que nadie la mira; sus pies
ensayan un paso de baile
aprendido en la calle.
Como una mosca de largas patas sobre el río
su mente se mueve en el silencio.