A pesar de todo, tengo que imaginarme saliendo de allí con un espíritu equilibrado y, pasadas unas horas, contento y satisfecho de mi vida porque aún tengo muchas opciones de ser feliz. Tengo que imaginarme haciéndolo mal, pero contento porque me doy cuenta de que esa tarea, ese trabajo, no es absolutamente esencial para mi bienestar.