Sigmund Freud es famoso por inventar el psicoanálisis, pero también hizo descubrimientos muy útiles sobre los celos y por qué pueden ser tan dolorosos y abrumadores. Él describió lo que llamaba los cuatro componentes principales de los celos, una combinación terrorífica de experiencias que consideraba que ocurren de manera secuencial:
1. Primero experimentamos dolor, el dolor inmenso que supondría realmente perder o temer perder a alguien a quien amamos.
2. Luego nos inunda darnos cuenta de la angustiosa idea de que no podemos tener todo lo que deseamos en la vida y que podríamos perder nuestra querida relación o algún componente valioso de la relación.
3. A continuación nos atrapan los sentimientos de enemistad hacia quien ha ganado el amor de nuestra pareja o quien tememos que tendrá éxito robándonos a nuestra pareja.
4. Por último, enfocamos nuestro enfado hacia dentro, creyendo que nuestras propias carencias como amantes harán que nuestra pareja nos deje. Tememos ser inferiores a nuestro rival y que perderemos a nuestra pareja, y que merecemos que nos abandonen por una pareja «mejor».
Es decir, se puede ver en la descripción de Freud que los celos se alimentan de nuestros peores miedos de pérdida, dolor, privación, rechazo, humillación y abandono. También nos confirman nuestras peores inseguridades respecto a nuestras propias deficiencias como pareja y nuestro miedo a no merecer que nos quieran. Puedes aprender algo sobre tus propios celos estudiando los cuatro aspectos que Freud identificó y valorando con qué intensidad experimentas cada uno de ellos, y qué parte es más dolorosa e incapacitante para ti.