Palabra muy altisonante de la lengua portuguesa es porra, que significa “miembro viril” pero que se utiliza como un carajo un poco más violento. Puede uno imaginar los problemas que sufrió en el Brasil el ex presidente de Panamá, don Belisario Porras y Porras durante su gestión como embajador.7 Por si fuera poco, don Belisario fue, además, embajador en Portugal, y se cuenta que el último rey portugués, don Manuel, al enterarse que debía recibir al embajador Porras y Porras, exclamó: “¡Lo que molesta es la insistencia!”