La verdadera filosofía, en la Antigüedad, pasaba por los ejercicios espirituales, no era tanto exponer un sistema de pensamiento como una manera de vivir, era la filosofía antes de ser reducida a puro discurso filosófico e implicaba, nos dice Hadot, «la inversión total de los valores establecidos; se renuncia a los falsos valores, las riquezas, los honores, los placeres, para regresar a los verdaderos valores, la virtud, la contemplación, la vida simple, la simple felicidad de existir