María Iordanidu (Constantinopla, 1897 — Atenas, 1989) pasó la infancia en Constantinopla, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial, que la sorprendió de vacaciones en el mar Negro, la obligó a permanecer en Rusia durante años. Hasta 1919 no pudo volver a Grecia, donde trabajó para una gran compañía comercial estadounidense y, de 1926 a 1939, en la embajada soviética de Atenas. Durante la ocupación alemana fue detenida en varias ocasiones y su casa fue destruida, tras lo cual se vio obligada a mudarse con frecuencia y a sobrevivir impartiendo clases de lenguas extranjeras. A los sesenta y cinco años publicó su primera novela, Loxandra, obra inmensamente popular que ha sido traducida a varias lenguas.