refleja de manera impecable una de las principales formas de nomadía obligada de nuestro convulso siglo XIX. En Paso del Norte, como parte de la comitiva del presidente Juárez, dedica sus escasos ocios a escribir el Romancero. Su viaje a Estados Unidos, tras el triunfo de la Revolución de Tuxtepec encabezado por Díaz, lo lleva a Estados Unidos. En plena capacidad de sus poderes de escritor y periodista, escribe tres volúmenes donde demuestra la excelencia, brillantez y variedad de su estilo.