la tesis de don Fernando, en que culminó la idea del descubrimiento intencional de América por parte de un Colón consciente de lo que hacía, encontró en Robertson un último baluarte. El próximo e inevitable paso consistirá en el abandono definitivo de esa pretensión y se planteará, entonces, la dificultad de atribuir a Colón un acto de cuya índole no tuvo, sin embargo, la menor idea.