Aunque no lo creas, el mundo es infinitamente rico y variado, con ciudades maravillosas llenas de vida y grandes tesoros, de palacios reales y chozas, de montes majestuosos y sombríos, bosques susurrantes y lagos apacibles, desiertos ardientes y nevadas llanuras. Tú no puedes ni imaginar los lugares y cosas que acabo de mencionar y los millones de sitios que no he nombrado. Así que se puede decir con toda propiedad que con respecto a los lugares en que no estás eres como un muerto, puesto que ni conoces las riquezas palaciegas ni participas en las danzas de los países del Sur ni te solazas la vista con los hielos irisados del Norte. Para ti no existen, de la misma manera que dejan de existir cuando uno se marcha de este mundo. Por esto mismo, si reflexionas sobre cuanto te digo, te darás cuenta de que, al estar ausente de todos los lugares agradables, es realmente como si no estuvieras en ninguna parte.