Facebook, al menos en mi experiencia, es un sitio donde la gente suele poner el mejor aspecto de sí misma, sus mejores perfiles, sus mejores sonrisas, sus logros en el trabajo, muchos días de campo y muchas vacaciones, una red diseñada para el autobombo y la promoción. Nadie suele postear sus crisis, sus fracasos o los kilos que le sobran. Pocos hablan de sus enfermedades, y cuando lo hacen se muestran optimistas ante los demás para atraer palabras de admiración y de aliento.