Árboles y poesía, uno el objeto; otro, el medio. Ellos han estado ahí desde siempre, bellos, dignos, diversos. Sólo hacía falta encauzar el idioma para escucharlos, apreciarlos, adorables. Es una colección de 75 poemas donde el arte estira sus ramas para intentar describirlos. Este poemario nos recuerda que los árboles son vida, luz, generosidad, emoción e inteligencia. Sin duda, un libro hermoso.