Sin embargo, el reconocimiento de estos determinantes sociales de la salud, que vendrían a ser el marco que ponemos a la cadena lógica de enfermedad → condiciones individuales → hábitos de vida → condiciones de vida → sistema social, económico y político, no es tan evidente cuando abordamos los problemas en el ámbito del padecimiento psíquico o, haciendo uso de un término menos delimitado clínicamente, del malestar.