Casi cualquier profesional de la salud mental se revolverá ante este uso de la palabra depresión. En la medida en que, además de profesional de la salud mental, es probable que sea una persona y esté inscrito en el mundo, entenderá a qué se refieren Han y Ehrenberg, pero todo su saber profesional le obligará a recalcar que es importante diferenciar esa tristeza, esa vivencia de fracaso, de lo que entendemos como depresión clínica. Porque, por definición, la patología mental, para ser considerada como tal, debe desviarse de la norma de su época. Si el fenómeno afecta a toda la población, ya no estamos hablando de una patología, sino de otra cosa.