A esto se le suma otra cuestión: la de la suerte. Los griegos tenían, incluso, una deidad para representarla ¿Qué es esa “influencia” que bendice a unos y maldice a otros? ¿Si acaso existe, se puede atraer a nuestro favor?
Estas son algunas de las principales cuestiones que se abordan cuando nos adentramos en el fascinante mundo de las mancias y la adivinación, y sobre todo, de la magia. Inevitablemente, nos encontramos reflexionando sobre la naturaleza de estas fuerzas que nos influyen; y sobre todo, intentamos entender la naturaleza de nuestro propio poder.