Antonio Santos

las palabras no tienen sexo,

Cuando al atravesar las páginas de un libro el lector duda de si debe reír o llorar, excitarse o calmarse, padecer o gozar, porque no hay notas a pie de página, ni guías turísticos que lo indiquen, es cuando uno puede tener la seguridad de encontrarse frente a una verdadera obra de arte en cuyo interior de nada sirven los recursos morales o estéticos prefabricados.

la genialidad consiste en rectificar a tiempo

«[…] un libro tiene que ser el hacha que resquebraje el mar helado que hay dentro de nosotros»

Sólo tienes que dejar de pensar que es Gregor. Nuestra verdadera desgracia ha sido haber seguido pensándolo durante tanto tiempo.