Alberto Moreno

Pues bien, los momentos decisivos de mi padre fueron los de un héroe muy discreto cuyo superpoder era cumplir horarios y hacer todo con una enorme fiabilidad

En el verano de 2015 escribí un artículo de opinión titulado «Pues yo soy chico y me encantan las comedias románticas» que utilizaba el ranking IMDb (Internet Movie Database) como termómetro de los gustos populares, con las doscientas cincuenta mejores películas de siempre votadas por la gente de a pie

Lo que a algunos molesta de mi género favorito es que todo acaba bien y eso no puede ser, igual que no puede ser que lo que lleve a los de Interstellar a planetas remotos sea la fuerza del amor. Su felicidad es una mentira —tiene que serlo— porque en la vida real normalmente no consigues lo que te mereces y por ello hay que matar al mensajero (la comedia romántica como concepto). Los discursos exentos de cinismo se tildan de irreales porque la chica que te gustaba en el instituto casi nunca quiso salir contigo y la envidia es deporte nacional en todos los países del mundo.