Mis hijos viven, pues, con mi madre, y hasta ahora no llevan los zapatos rotos. Pero ¿cómo serán de mayores? Quiero decir: ¿qué zapatos llevarán de mayores? ¿Qué camino elegirán para sus pasos? ¿Decidirán excluir de sus deseos todo aquello que es agradable pero innecesario, o afirmarán que todas las cosas son necesarias y que el hombre tiene derecho a llevar en los pies zapatos fuertes y en buen estado?